Por eso nos centramos en la seguridad, la durabilidad y el diseño consciente.

En el mundo de los accesorios de uso cotidiano, hay soluciones que simplemente están pensadas para quedar bien, y otras que están pensadas para funcionar bien. En nuestra opinión, diseño y funcionalidad pueden -y deben- ir de la mano. Por eso, al diseñar el mecanismo de expulsión gradual de tarjetas PUL, optamos por un diseño bien pensado que garantizará la durabilidad y la seguridad durante años, no sólo una buena primera impresión.

El mecanismo de palanca: el corazón de la cartera PULARYS

En nuestras carteras con estuche de aluminio, hemos utilizado un mecanismo de expulsión de tarjetas basado en una palanca que permite un acceso rápido y cómodo a las tarjetas con un movimiento del pulgar, sin necesidad de abrir toda la cartera.

Lo que diferencia nuestro enfoque es el nivel preciso de presión que hemos seleccionado para las tarjetas. Desde las fases iniciales del proceso de diseño, nuestro objetivo fue crear un mecanismo que retuviera las tarjetas de forma segura, incluso después de muchos meses de uso intensivo.

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¿Potente agarre? Sí, y a propósito.

Algunos usuarios pueden notar inicialmente que el mecanismo sujeta las tarjetas con bastante firmeza. No es un defecto, sino una decisión de diseño consciente. Con el tiempo, el mecanismo se "acomoda" suavemente a las cartas del usuario. A las pocas semanas de uso, todo empieza a funcionar con más suavidad, pero siempre con la máxima seguridad.

El mecanismo de palanca: el corazón del monedero PULARYS

Sabemos por experiencia que muchas soluciones de la competencia funcionan a la ligera desde el primer día. Sin embargo, el problema empieza más tarde: el mecanismo se afloja y, con el tiempo, las tarjetas pueden deslizarse solas o incluso caerse, lo que supone un grave riesgo en el uso diario.

La seguridad ante todo

Que se te caiga accidentalmente una tarjeta de la cartera no es sólo una cuestión de incomodidad: es una amenaza real que puede tener graves consecuencias.
Perder una tarjeta de pago significa tener que bloquearla, ponerse en contacto con su banco, esperar a recibir una nueva y, a menudo, actualizar sus datos de pago en diversos servicios en línea. Es un estrés innecesario, una pérdida de tiempo y un riesgo de fraude.

Después de todo, una de las principales razones por las que muchas personas eligen carteras con protección RFID es precisamente la sensación de seguridad. Por lo tanto, nos hemos asegurado de que esta seguridad no sólo incluya protección contra el robo electrónico de datos, sino también contra la situación más básica: la pérdida física de la tarjeta.

Al cabo de unas semanas, cuando el mecanismo de expulsión de tarjetas de su cartera empiece a funcionar sin problemas, se dará cuenta de que ha sido diseñada para durar. No tendrá que preocuparse de que la tarjeta se salga accidentalmente de su bolsillo o bolso, o se caiga entre los asientos de su coche.